Los Sex Pistols

Sex Pistols : "El Espíritu del Punk"

A pesar de que ni fueran grandes músicos, ni tuvieran una larga vida,los Sex Pistols irremediablemente ha quedado consagrada como una de las bandas más influyentes y revolucionarias en la historia del Rock.
Jóvenes, rebeldes, agresivos, transgresores, ni cantaban ni tocaban bien, pero tras casi tres décadas de su aparición siguen siendo considerados como los auténticos mentores del Punk (que no creadores), envueltos siempre por el escándalo y la provocación.
Los orígenes de esta legendaria banda comienzan cuando tres amigos del instituto, Paul Cook, Steve Jones y Wally Nightingale, en lugar de ir a clase se dedican a reunirse para fumar, beber y escuchar música, grupos como The Who, Small Faces o MC5.A veces incluso entraban a clase y apostaban quién aguantaría menos dentro.

Una de aquellas mañanas de 1971 decidieron formar su propio grupo; Steve compra una vieja batería Olimpic, Wally se hará con una guitarra pese a sus escasos conocimientos del instrumento, mientras que Paul se encargará de cantar.

Seguirán como trío hasta que en el verano de 1973 se incorpora al grupo el bajista Glenn Matlock. Es el propio Glenn el que les pone en contacto con Malcolm McLaren, uno de los personajes clave en la historia de los Pistols.
McLaren monta a principios de los setenta una tienda de ropa rocker llamada Let It Rock, para más tarde convertirse en una especie de sex shop. Hábil y ambicioso, había convivido seis meses en Nueva York con los mismísimos New York Dolls, así que cuando conoció a The Swankers, no pudo evitar convertirse en su manager.
Lo primero que hace es entregar una guitarra Les Paul blanca que perteneció a Jonnhy Thunders a Jones, instrumento que no tardó en dominar. Por lo que Cook pasará a la batería, mientras que Nightingale, no solo molesto por la contratación de McLaren (al que no soportaba), sino por que le habían quitado la plaza de guitarrista, decide abandonar el grupo.
Se inicia una búsqueda para encontrar a un cantante; el propio McLaren baraja el nombre del mismísimo Jonnhy Thunders, pero no pasará mucho tiempo hasta que encuentren a John Lydon, un chaval asiduo al sex shop del manager. Le hacen una prueba, en la que le piden que cante un tema; Lydon al instante empieza a cantar “School’s Out” de Alice Cooper, y es aceptado de inmediato.
Al poco será más conocido como Johnny Rotten, curioso mote que le puso el propio Jones debido a que pronunciaba con mucha frecuencia la palabra “rotten” (”podrido”).
La entrada de Rotten supuso un golpe de renovación, por lo que deciden cambiar el nombre del grupo. Se barajaron posibles nombres como The Strand, Creme De La Creme, Kutie Jones And His Sex Pistols,... escogiendo finalmente Sex Pistols.
Por entonces, los Pistols, de forma inconsciente, impusieron el estereotipo estético que caracterizaría la incipiente avalancha Punk de finales de los 70; una estética bastada en la ropa destrozada, pelos de punta, imperdibles y cadenas.

La banda así, pasan de ensayar tocando versiones de The Who, The Kinks, y Rolling Stones, para finalmente empezar a componer y tocar su propio material; sus primeras composiciones fueron temas como “Scarface” y “I Did You No Wrong”.
Tras dar su primer concierto oficial el 6 de noviembre de 1975, al poco telonearán varias fechas a Buzzcoks, The Clash, The Damned,...

Viendo el éxito de los shows, en mayo de 1976, los Sex Pistols graban su primera maqueta, bajo la supervisión de Chris Spedding, que contenía los tres primeros temas compuestos por ellos, “Problems”, “No Feelings” y “Pretty Vacant”.
Entorno a sus conciertos se levantaba una gran expectación como consecuencia de la rabia y violencia que desprendía la banda; una violencia que no solo se limitaba al propio grupo, sino al público por lo que cada show terminaba con una batalla campal. Un ejemplo claro es cuando en el pub londinense 100 Club, de Oxford Street, el concierto terminó con una batalla de lanzamientos de vasos de cristal y botellas de cerveza que dejó ciega a una chica. En este triste suceso estaba implicado un tal Sid Vicious, el más acérrimo seguidor de los Pistols.
Precisamente en el 100 Club, centro neurálgico de la movida Punk en la ciudad, el propio McLaren organizó un festival Punk de bandas locales, concretamente el 20 de septiembre, en el que a parte de participar los Sex Pistols, tocaron Siouxie And The Banshees, con Vicious a la batería. Como anécdota, aquella noche el grupo de Sid tocó solo dos canciones, “Knocking On Heaven’s Door” (Bob Dylan) y “Twist And Shout”, ambas alargadas hasta alcanzar los diez minutos.

Pese a su poca ambición, Sex Pistols se habían convertido en una banda bastante popular en la ciudad, gracias sobretodo a sus brutales conciertos, por lo que en verano del 76 graban una segunda maqueta, en la que se incluirán “Submission”, “Seventeen”, “Satellite” y una nueva versión de “Pretty Vacant”, con la cual, vuelven a obtener un gran éxito en el mundillo underground.
Este hecho hacen que empiecen a ser observados con interés por las discográficas; finalmente, EMI se llevan al gato al agua, y con esta compañía editan su primer single, “Anarchy In The UK”, un clásico del Rock por derecho propio, en la que destaca especialmente su ácida letra, en la que no dejaban títere sin cabeza. Esta fue sin duda la razón determinante por la cual este lanzamiento fuera boicoteado y censurado en gran parte del país, aunque no deja de ser curioso, por que llegó a alcanzar el número 38 en las listas de ventas británicas, llegando a vender unas 50.000 copias aproximadamente.
Envueltos por esta polémica, los Pistols son invitados al programa “Today” de la BBC, por entonces, el programa de máxima audiencia en Gran Bretaña; tan solo diez segundos de empezar la entrevista, el grupo empieza a insultar y blasfemar a todo el mundo (con especial “atención” a la reina). El presentador aguanta estoicamente la entrevista, finalizando el programa con la siguiente frase: “Bien, despedimos el programa de hoy; a ustedes, la audiencia, les veré la semana que viene; a vosotros, Sex Pistols, espero no volver a veros nunca más”.
Este incidente ocupo las primeras páginas de todos los periódicos del país, por lo que la fama de los Pistols estaba subiendo como la espuma. Los continuos escándalos de la banda, ya sean apariciones públicas, peleas, o consumo abusivo de drogas, terminaron por hartar a EMI, que decide rescindir el contrato y alejarse de ellos lo máximo posible.

Ya, en febrero de 1977, Glenn Matlock decide abandonar Sex Pistols, por sus malas relaciones con Rotten y McLaren y por sus diferencias musicales con el resto de la banda:el bajista era muy aficionado a los Beatles, y el propio Rotten acusó a Matlock de querer convertir a los Pistols precisamente en eso.
No pasó mucho tiempo hasta que encontraran mediante McLaren al sustituto ideal: Sid Vicious.

Nacido en 1957 bajo el nombre de John Simon Ritchie, Sid Vicious ha pasado a la historia como la esencia del Punk, la filosofía de un género hecha persona. Había hecho primeramente sus pinitos en grupos como The Flower Of Romance o Siouxie And The Banshees, en los que tocaba la batería. Cuando se enteró de que Matlock había abandonado Sex Pistols, no dudó ni un momento y se hizo con un bajo, que pese a su escasa técnica, no tardó en dominar. También hizo sus pinitos con la guitarra: “Aprender a tocar la guitarra me resultó sencillísimo. Marcas un acorde, haces un ‘truang’,... y ahí está la música”.
Con la llegada de Vicious, se completa la formación clásica de Sex Pistols: Jonnhy Rotten (voz), Steve Jones (guitarra/coros), Sid Vicious (bajo/coros) y Paul Cook (batería).

Justo al mes siguiente, la banda firma un contrato con el sello A&M justo delante de las puertas del Buckinham Palace, un contrato que apenas duró una semana. Debido a sus continuos escándalos, los Pistols serán despedidos de nuevo, despido del que McLaren se llevará una buena parte del dinero (como casi siempre solía hacer este experto en marketin, siempre sabiendo en qué lugar colocarse o con quién juntarse para sacar "tajada").

Finalmente en mayo de ese año (concretamente el 13 de mayo), y de nuevo con McLaren por en medio, el grupo firma un nuevo contrato con el incipiente sello Virgin, lanzando con ellos un nuevo single, el emblemático “God Save The Queen”. El tema fue escrito por el propio Vicious, que quería titular a la canción “No Future” (lema que expresa claramente los sentimientos de una generación), aunque por unanimidad los Pistols prefirieron llamarlo de la otra forma por que veían en ella un himno. Y no era para menos; a estas alturas “God Save The Queen” es una canción clave en la historia del Rock, no solo del Punk. Como es de esperar, el tema es inmediatamente censurado y perseguido, sin embargo alcanza el número 1, todo un golpe a una sociedad nacionalista y superficial que celebraba por entonces el jubileo de la reina.
Boicoteados y odiados como pocos, Sex Pistols empezaron a cosechar “grandísimas” críticas tales como “Ellos hacen tanto por la música, como la 2ª Guerra Mundial por la paz” o “Son unos The Who de tercera fila”, un desprecio que iba mucho más allá, tanto que los miembros del grupo sufrieron numerosas agresiones (por ejemplo, Rotten fue apuñalado por un neo-nazi).

Casi siempre ocupando los titulares de la prensa debido a sus escándalos, la fama del grupo seguía creciendo, fomentada muchas veces en sus violentos directos, en los que ya por entonces Vicious, totalmente enganchado a la heroína, tenía la costumbre de rajarse con una cuchilla de afeitar, y verter su sangre sobre su instrumento y a las primeras filas del público.
Finalmente, se prohíbe a Sex Pistols tocar en territorio inglés, obstáculo que salvan tocando bajo otro nombre.

Poco después aparecen dos singles más: “Pretty Vacant” (con “No Fun”, versión de los Stooges como cara B) y “Holidays In The Sun”, de nuevo, y como cabe esperar, en medio de la polémica.
Absolutamente pillados por las drogas, especialmente Sid, en otoño de 1977 se meten en el estudio para grabar el que a posteriori sería su primer y último álbum en estudio, el mítico “Never Mind The Bollocks (He´re The Sex Pistols)”, que vería la luz el 20 de noviembre.
Siguiendo la tónica de censura, boicoteo y escándalo social, a este “Never...” se le podría achacar una prematura y alarmante falta de ideas, pues casi todos los temas ya fueron incluidos en anteriores singles, actuando el álbum como una especie de recopilatorio, pero pese a eso, el disco se encarama en el número 1 en las listas del país, y con el tiempo se consolida no solo como un clásico del Punk (muchos aseguran que es el mejor disco del género), sino mucho más allá, quedando como un clásico del Rock. Todo un hito.
El concierto de presentación se celebrará en Inglaterra, pese a que se les había prohibido tocar en territorio inglés. ¿Entonces como lo hicieron? El astuto McLaren se las ingenió para alquilar un barco, y para que los Pistols tocaran encima de él, sobre el río Tamesis, solucionando así el problema.
Pese a que la gran mayoría de copias de “Never Mind The Bollocks” habían sido retiradas, que pocas tiendas se atrevían a venderlo, y que muchos conciertos habían sido suspendidos, Sex Pistols se embarcarían en una polémica gira por EEUU, un tour que significaría el inicio del final de la banda.
Las primeras descargas en territorio americano terminaron como autenticas batallas campales, en los que grupo y público, a parte de escupirse e insultarse, llegan a enzarzarse a puñetazos.
Sin duda, el miembro más popular y carismático del grupo era Sid, mucho más que Rotten o el propio Jones; desquiciado totalmente por las drogas y por su novia, la grouppie americana Nancy Spungen.
No había concierto en el que Vicious montara el numerito; una muestra clara de estos hechos fue por ejemplo cuando le hallaron semi-inconsciente en el camerino, en el concierto que ofrecieron en Memphis (el segundo en la gira por EEUU). Sin apenas mantenerse en pie, salió al escenario, donde sacó un enorme cuchillo y se rajó sobre el pecho la frase “I wanna fix” (“quiero encajar”). Aquella misma noche, una vez acabado el concierto, los Pistols se vieron involucrados en una pelea contra una asociación cristiana, en la cual, el máximo protagonista volvió a ser Sid Vicious.
Magullado, al día siguiente, dentro del autobús de gira, Sid se dirigió a sus compañeros, y les dijo: “¿Queréis saber que hago cuando me siento feliz?”. Una vez terminó la frase, se sacó una navaja y se hizo un profundo corte a lo largo del brazo.
Viviendo únicamente por y para las drogas, en especial la heroína, el estado de salud de Vicious era realmente preocupante: sufría continuos síndromes de abstinencia (que calmaba con un combinado de cerveza y vodka), tenía un carácter realmente agresivo, y con frecuencia solía vomitar sangre.
Los malos rollos con Sid, continuas peleas y agresiones (Rotten solía llevarse siempre la peor parte), conflictos con Malcolm McLaren,... El clima en Sex Pistols se había enrarecido de tal manera que ya nadie se sentía a gusto.
A comienzos de 1978, tras el concierto que ofrecieron el Louisiana, en el que Jonnhy Rotten resultó agredido cuando alguien del publicó le tiró un puñado de monedas a la cara, McLaren les propone al grupo que fueran a Rio De Janeiro (Brasil) para grabar un nuevo disco. Es aquí cuando Rotten explota y se enzarza en una violenta discusión con el manager, por lo que él mismo decide abandonar al grupo. Sale de la habitación gritando “Esta banda está acabada!”.
Habiendo dejado Rotten a los Pistols en medio de la gira, McLaren no tarda en erigir como líder de la banda a Sid Vicious, que pasa a ocupar el cargo de vocalista, sin renunciar a su descacharrante puesto de bajista.

Pero este hecho trastoca el equilibrio de Sex Pistols, por lo que deciden tirar la toalla y volver a Inglaterra. Aún así, deciden dar algunos conciertos, debido a una gran insistencia por parte del público.
Llegan a Dallas (Texas), y se paran a un restaurante de carretera a comer; allí, cerca de su mesa, un camionero intenta impresionar a la banda apagándose un cigarrillo en la mano. Sid, sin inmutarse, coge un cuchillo y se raja de nuevo en el brazo, vertiendo su sangre sobre el filete y las patatas fritas que estaba comiendo. Todo el mundo se quedó atónito, pero eso le importaba poco a Vicious, que tranquilo, seguía comiendo. Aquel mismo día, en un ataque de histeria, se grabó sobre el pecho una nueva frase: “I´m lost” (“estoy perdido/ acabado”).
McLaren insiste en sacar tajada de Sex Pistols, y prepara una visita a Brasil para grabar una película documental sobre la banda, “The Great Rock’n’Roll Swindle”, ideada por el propio Malcolm y Noel Monk, y dirigida por Julian Temple.
Ciertamente, la historia es totalmente falseada por McLaren, que borra literalmente de la historia de los Pistols a Jonnhy Rotten, y presenta a un nuevo vocalista, Ronnie Briggs, un delincuente de poca monta. Para la grabación de esta película pudieron llegar Cook y Jones, pero no Sid Vicious, que había sido internado en una clínica de desintoxicación de L.A., pero aún así, Vicious seguía siendo el protagonista indiscutible de este documental.
El ambiente en el grupo ya era totalmente irrespirable, pero tanto la compañía discográfica como McLaren insistían en que Sex Pistols seguían vivos; para ello se editan nuevos singles, “No One Is Innocent”, “C’mon Everybody”, y una reedición del “God Save The Queen”, con una desternillante versión del clásico de Frank Sinatra, “My Way”, cantada por el propio Sid, pese a que Briggs insistiera en ser el vocalista.
Ante el panorama de la inminente disolución de los Pistols, Sid decide marcharse a Nueva York con su novia Nancy, a vivir en la habitación 100 del famoso Hotel Chelsea . Pese a que ambos estaban realmente enganchados a la heroína, todo parecía transcurrir bien hasta que en la mañana del 12 de octubre de 1978 Nancy Spungen es hallada muerta; su cuerpo fue hallado en el baño, sobre un charco de sangre. Al parecer, había recibido una puñalada en la habitación, pero aún con vida, consiguió arrastrarse al baño.
La policía apenas tuvo dudas; Sid Vicious fue detenido y acusado de homicidio, ya que, sus huellas estaban en el arma del crimen, aunque por lo visto, hay testigos de que la noche anterior, un desconocido estuvo merodeando cerca de su habitación y faltaba un dinero que guardaban en un cajón.
Otra teoría que se barajó sería la de un pacto de suicidio por amor: su desorbitada adicción les había hecho caer en un hastío vital, en un nihilismo por el que sentían que no pertenecían a este mundo. Por eso, la noche anterior habían comprado dos cuchillos, uno de los cuales se hundió en el estomago de Nancy.
El impopular bajista va a parar a la prisión de Ricker’s Island, donde intentó cortarse las venas con una navaja, con una bombilla rota, y pidió a los guardias que le mataran. Esta tónica siguió hasta el 1 de febrero de 1979, cuando con el dinero de su madre y de la Virgin, Sid sale a la calle.
Esa misma noche, Sid Vicious, de 22 años, decide suicidarse con una sobredosis de heroína. Su cuerpo fue encontrado el día siguiente, y junto a él, una nota en la que se despide del mundo, y en la que cuenta que su vida sin Nancy no tiene sentido y quiere reunirse con ella.
Aún así, y por causas aún hoy desconocidas, el forense decidió poner en el informe que la muerte de Sid fue a causa de una sobredosis accidental.
Tal y como expresó en su carta, el cadáver de Vicious fue quemado, y sus cenizas fueron esparcidas sobre la tumba de Nancy, en el cementerio judío de Philadelphia.
Con Sid, Sex Pistols habían muerto definitivamente, aunque su estética tanto su mensaje (“No Future”) calaron hondo en toda una generación; su vida fue recogida varios años después en el film “Sid And Nancy” (1986), con Gary Oldman en el papel protagonista.
A su muerte le siguieron infinidad de discos recopilatorios y de material inédito como fueron “Kiss This”, “Flogging A Dead Horse”,...
Pese a los vanos intentos de McLaren y EMI para conseguir reunir al grupo, no sería hasta 1996 en el que sin mediación de estos se reunían Jonnhy Rotten, Steve Jones, Paul Cook y Steve Matlock para conmemorar el vigésimo aniversario de la banda tocando por todo el mundo. Ellos mismos declararon que si habían vuelto, lo hacían por dinero, y por otros motivos triviales.En ese momento declaró Rotten que “Los Pistols nunca dijeron que se había acabado todo. Nos han copiado, imitado y fastidiado tantas veces que creemos que es hora de volver a la carga. Hacemos lo que queremos, y siempre lo hemos hecho. Nosotros inventamos el Punk, y escribimos sus reglas”.
Dicho tour de reunión fue bautizado con el acertado nombre de “Filthy Lucre Tour”(que serviría para grabar material para un primer disco en directo, “Filthy Lucre Live”), gira que, de forma accidentada, les llevó por todo el mundo. En el transcurso de esta, el espíritu de Vicious volvió a sobrevolar de cerca la aureola del grupo, debido a que su madre había decidido también suicidarse.
A día de hoy, y desde aquella gira, los Sex Pistols no han vuelto a dar señal de vida; solo ha aparecido de vez en cuando recopilatorios y reediciones de su escaso material.
Ondeando la bandera del “No future”, un grupo como ellos no podían durar, pero sí causar tal impacto que después de casi treinta años nos sigue impresionando.